Viaje relampago a Sydney (NSW)

        Estaba yo en el otro día tranquilamente en dispuesto a empezar una semana de descanso para aprovechar y estudiar mi examen IELTS cuando de repente me llamo mi amigo Carlos. – ehhh ¿alquilamos un coche y nos vamos a Sydney? ¿- Claro, cómo no? Dije yo

Y lo dicho hecho. En dos horas nos íbamos a recoger el coche que nos llevaría 1200 Km al norte de Melbourne.

Decidimos   hacer el camino más largo, a su vez   el más bonito, es decir por la costa, parando a dormir a mitad camino he improvisando el lugar.

La aventura comenzó, con el coche y  el volante a la derecha, pero conduciendo por la izquierda. (En Australia es como Inglaterra). Al principio es un autentico lio, porque todo va al revés, y menos mal que el coche era automático, pero saliendo de una gran ciudad  como Melbourne, no es cosa fácil.  Gracias al apoyo mutuo  conseguimos salir de la ciudad, eso si, cada vez que queríamos poner el intermitente, se ponía en marcha el limpiaparabrisas y te quedabas con cara  de interrogación.

Poco a poco el  habitual paisaje urbanita propio de la ciudad de Melbourne se fue transformando en praderas verdes con tonos marrones, vacas, bueyes , búfalos y caballos  pasturaban libremente sobre el campo en pequeñas granjas al puro estilo del oeste. Tuvimos que hacer la primera parada en una gasolinera, en mitad de la  carretera. La gasolinera  consistía en dos surtidores y una pequeña tienda  con trastos muy antiguos donde tomamos café (bastante malo por cierto).

Continuamos  la marcha por la carretera. Las verdes praderas y pardas colinas fueron desapareciendo dando paso a profundos y oscuros bosques en los que a uno no le gustaría perderse… Entre árbol y árbol, la noche empezó a caer y decidimos que teníamos que buscar un Motel donde dormir, puesto que no habíamos reservado ninguno.     En este país tienes que tomarte muy en cuenta donde poner gasolina y donde dormir porque te puedes encontrar que no  hay nada en más de 500 Km a la redonda.

En plena oscuridad nos encontramos un Motel de madera propio de alguna película de A. hitchcock. Donde después de merodear los alrededores descubrimos el bar de al lado dos hombres sentados en partes opuestas de la barra bebían sin cesar mientras nosotros interrumpíamos. – Disculpe señor ¿Hay habitaciones disponibles? La respuesta fue… -Si 200 Km al norte de  encontraran el próximo pueblo, este está cerrado por temporada. Eso significaba que siendo las horas que eran, podríamos no encontrar nada.

Así pues volvimos a la carretera ya un poco nerviosos y en medio de un bosque que daba miedo.. Carlos conducía el coche en ese momento intentando hacer tiempo record  mientras discutíamos sobre los motivos por los que como  tres personas Españolas como nosotros  de similar edad y profesión  habían  acabado en Australia, mientras yo interrumpí -Si si España y la crisis. pero….. – ¡Carlos vas por el carril contrario! . No fue la primera vez  que pasó

Al final y a última hora llegamos la localidad de Eden (NSW), un pueblo costero situado a mitad camino entre  Melbourne y Sydney, donde por suerte encontramos un Motel donde pasar la noche.

Al día siguiente continuamos la marcha, teníamos que hacer 900 Km más por la costa.

A mitad de camino descubrimos un grupo de Kanguros que descaban debajo de unos arboles, -Era la primera vez que los veíamos tan de cerca,  -¡Vamos a darles de comer y hacernos fotos con ellos!. Pero lo que no sabíamos es que pronto empezarían a cansarse de nuestras impertinencias y que “Papa kanguro” un animal, que cuando se ponía de pie era tan alto como yo, nos iba a explicar quién mandaba ahí. En resumidas cuentas los kanguros también  tienen mala leche, te plantan cara y con una mirada penetrante parece que te insinúen algo así como  ¿Por qué no te largas de aquí y nos dejas vivir a mi y a mi familia tranquilos?. Tengo que reconocer que estuvimos como una hora buscando la foto perfecta.

6 horas después y anocheciendo entrabamos en Sydney. Como era de noche no pudimos apreciar la ciudad con detalle. Sin problemas llegamos al Hotel , ¡no..! mejor dicho “Hostel”. Un Hostel es algo parecido a los Albergues Europeos, pero aquello se parecía más bien, a los típicos albergues de los campamentos del colegio, pero con gente de todas partes del mundo… Si, si estaba en pleno centro de Sydney en “Hyde Park” pero el aspecto que tenía dejaba mucho que desear.

Una amiga de España recién llegada a Australia nos estaba esperando para cenar juntos, lo pasamos realmente bien. Paseamos por el "City Centre" mientras nos introduciamos en la gran ciudad.  

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Los días siguientes visitamos La ópera, los  Jardines botánicos,  El barrio Chino, paseamos por las principales calles, navegamos las diferentes  bahías de sydney  con  un Ferri, que nos llevó a cada una de sus playas más conocidas. Bondi Beach es una de ellas.

 Me llamó mucho la atención la organización de todo, Socorristas, servicios, la amabilidad de la gente, y en general la felicidad que se palpa en el ambiente. La temperatura del ambiente y el sol que hacia nos dio una alegría, ¡no nos imaginábamos que en pleno mes de Agosto (invierno) podríamos ir en mangas de camisa! .

Como curiosidad  os comento que Melbourne VIC  se encuentra en el paralelo 37 sur,  a la misma altura que Murcia (España) que está en el 37 Norte pero en distintos hemisferio.  Al viajar aproximadamente 1200 Km al norte de Melbourne llegamos hasta el paralelo 33 Sídney NSW  que sería el equivalente a desplazarse hasta Casablanca (Marruecos). Sin duda cuesta hacerse a la idea de cómo  en un mismo país se puedan visitar tantas zonas climáticas.

El viaje de vuelta lo hicimos en avión y  bastante cansados, pero con la satisfacción de haber hecho  una primera aventura por este país tan desconocido, al que poco a poco y con mucho esfuerzo y paciencia  intentamos acostumbrarnos.